Lactancia materna en el embarazo: ¿es posible o no?

Muchas madres que experimentan un nuevo embarazo poco después de su primer embarazo enfrentan un dilema y, lamentablemente, todavía hay mucha desinformación: ¿Se puede realizar la lactancia materna en el embarazo?

¿Qué riesgos trae? ¿Tendrá realmente consecuencias graves para el feto? Estas son solo algunas de las preguntas que se hacen las futuras madres y que a menudo las llevan a dejar de amamantar por miedo.

Por lo tanto, es necesario comenzar de cero para asegurar a las mujeres embarazadas que la lactancia materna durante el embarazo no tiene ningún efecto sobre este último.Las preguntas anteriores no tienen base científica para encontrar la verdad, sino que en realidad son solo hipótesis. No basado en el método científico, tradicional y por lo tanto estéril por definición.

Los supuestos riesgos de la lactancia materna en el embarazo

Para brindar a nuestros lectores una evidencia tangible de lo que dijimos en el párrafo anterior, quisimos analizar a fondo los supuestos riesgos de la lactancia materna durante el embarazo para que se den cuenta de que no hay nada que temer.

Una de las «culpas» más comunes contra la lactancia materna durante el embarazo es el robo de nutrientes de la madre, lo que puede generar complicaciones durante el desarrollo fetal.

Como la necesidad de determinados nutrientes sí aumenta durante los 9 meses, con una alimentación correcta, variable y, sobre todo, sin dietas de exclusión, la madre dispondrá de todo lo que ella y el bebé puedan necesitar.

Otros rumores la llevarían a creer que la lactancia estimula algunas contracciones anormales en el útero que pueden provocar un aborto espontáneo.

“Este argumento también es infundado. En este sentido, solo un estudio ha demostrado que la tasa de aborto espontáneo es la misma entre mujeres que continúan amamantando y mujeres que toman la decisión prudente de dejar de amamantar”.

Por otro lado, un factor a considerar es la producción de calostro durante el embarazo, un tipo especial de leche que la madre produce recién a los 9 meses y los primeros días de lactancia.

Esta sustancia es más viscosa que la llamada leche «madura» y se compone principalmente de carbohidratos, proteínas y anticuerpos, pero es baja en grasas. De hecho, es la primera leche que bebe un bebé recién nacido y tiene la función de ayudar al sistema digestivo a prepararse para la ingesta de nutrientes más complejos.

¿Cómo es la leche?

Tiene un sabor muy diferente al de la leche madura y puede afectar el apetito de los primeros bebés. Sin embargo, hay que recordar que en este punto el bebé está destetado, por lo que la leche materna dejará de ser su principal fuente de alimentación.

La única consecuencia de ingerirlo es que, debido al efecto laxante del calostro, el bebé se desprende completamente del pecho de la madre debido al diferente sabor y la consistencia más líquida de las heces.

En definitiva, se puede dar leche materna en el embarazo sin riesgo para el feto ni para el primogénito. Es importante mantener una dieta sana y equilibrada.

Si te gustó este artículo, quizás quieres seguir leyendo:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *